jueves, 23 de abril de 2020

DÍA DEL LIBRO

Hoy es 23 de abril, Día del Libro




No hay mejor manera de celebrarlo que rodeados de cuentos, ¿verdad? Pero, ojo, no con cualquier cuento... sino con cuentos elaborados por los propios niños y niñas

Os hemos pedido vuestra colaboración para escribir cuentos de forma colaborativa y aquí os enseñamos los resultados. No podemos estar más orgullosas de nuestras niñas y niños. ¡Qué creatividad, imaginación, disposición y buen hacer...! ¡Enhorabuena!

Antes de que los leáis, tenemos otra propuesta: haced un dibujo de alguno de los cuentos (o de los tres) y nos los enviáis; en unos días publicaremos todos vuestros dibujos... ¿Trato hecho? ¡Pues al lío! 

Aquí tenemos el primer cuento, elaborado por Leo, Alma, Manuel, Nizar y Claudia, de la clase de 3 añitos. Aunque son los más peques no les faltan ideas. ¡Fantástico! ¡Bien hecho!


LAS AVENTURAS DE PICO
Había una vez un pajarito llamado Pico que no sabía volar, así que corría y saltaba detrás de otros pajaritos para poder jugar, pero a menudo se quedaba solo porque los otros pajaritos ya volaban y él no podía seguirlos. Pico se ponía muy triste porque quería participar de esos juegos en el aire que hacían sus amigos. Sus papás le decían que no se preocupara, que ya volaría, pero Pico seguía saltando y batiendo sus alas mientras pensaba en otras opciones como coger una escalera alta para llegar a sus amigos. También construirse unas alas nuevas muy muy fuertes para ayudarle a volar, lo que tenía claro era que no se rendiría jamás.

Entonces siguió saltando y batiendo sus alas. Con el paso del tiempo, Pico se encontraba fuerte, mayor y con unas alas que le dejan participar en estos juegos y muchos más. Le encanta comer migas de pan, y cada mañana antes de ir al cole visita la ventana de su amiguita para desayunar. También les encanta jugar juntos al dominó, al escondite y a ser peluqueros, por eso Pico regresa a casa cada día con un peinado nuevo.

Antes de acostarse, se miraba en el espejo y se sentía feliz pensando en los nuevos juegos con los que disfrutaría al día siguiente con sus amigos. 

¡Pico! Escuchó tras la puerta. Era su madre que lo llamaba para cenar. Se apresuró a ir con sus padres y después de cenar y lavarse, su madre lo arropó en su cama. Pero aquella noche, despertó sobresaltado. Un enorme trueno hizo que todo lo demás enmudeciera, y aunque Pico ya había crecido mucho, las tormentas le daban miedo y corriendo fue a pedirle a su mamá que se quedara con él hasta que pasara la tormenta. Su madre lo cobijó bajo su ala y muy dulcemente le cantó una canción con la que Pico se durmió y hasta la mañana siguiente no despertó. 

Cuando una luz le hizo abrir los ojos... ¡era el sol! Hacía una mañana maravillosa y Pico corrió a buscar a sus amigos para jugar.

Pico se había convertido en un pajarito grande. Nunca pudo volar pero era el más feliz del mundo con sus amigos y ellos le querían así.



El segundo cuento es del grupo de 4 años, veréis qué historia más chula... 
¡Habéis hecho un gran trabajo en equipo! ¡Bien hecho!


EL PAÍS DE LAS FLORES
Érase una vez un país en el que no había flores pero había niñas a las que les gustaban los arcoíris y montaban dinosaurios. Los dinosaurios eran enormes y peludos. Y tenían una boca grandísima con dientes afilados y una lengua larguísima para cazar moscas. Y había una rana saltarina que se llamaba Lucrecia que estaba buscando a sus amigas para ir juntas al gran baile.  Al gran baile de primavera de las ranas y bailar la canción de la cachumbala.

Y allí en el baile, estaban 10 enanitos vestidos todos de verde. Eran los músicos que tocaban en la fiesta. Empezaron a llegar muchos animalitos, la rana Lucrecia con sus amigas, hadas y dinosaurios, pero lo que mas asombró fue un unicornio con los colores del arcoíris y un extraño dibujo en su cuerpo. 

En el cuerpo del unicornio había estrellas de colores. Eran mágicas, cada color tenía un poder. Los colores eran el amarillo, que era el poder del sol, cuando quería lo tocaba y salía el sol; el rojo era el poder del fuego para calentarse cuando tenían frío; también estaba el verde que tenía como poder que todos los niños jugarán libremente por la fiesta. La rana Lucrecia se acercó al unicornio y le dijo: tocaré la estrella de tu cuerpo de color verde para que todos los niños y niñas puedan salir a jugar libremente en todo el mundo, que con sus sonrisas llenen todos los lugares de arcoíris , alegría y amor. Todos los amigos de la fiesta se acercaron, con la rana Lucrecia, a tocar todas las estrellas de colores del unicornio y de repente empezaron a caer flores. Todos los invitados recogieron las flores y con todas ellas hicieron una gran carroza mágica. La rana Lucrecia, enganchó la carroza a un dinosaurio y le dijo que la llevase hasta el final del arcoíris donde vive el duende Cristóbal que todo lo puede. 


Cuando llegaron ahí encontraron a Cristóbal y éste le dijo a Lucrecia que por haber llegado hasta allí le concedería un deseo. Lucrecia le pidió que volviese a haber flores en el país de los arcoíris y los dinosaurios. Cristóbal hizo su conjuro mágico y de repente empezaron a nacer las flores por todo el país. Cuando las niñas y niños empezaron a ver todos los jardines llenos de flores salieron de sus casas a jugar y decidieron que a partir de ahora el país se llamaría EL PAÍS DE LAS FLORES.



Y dejamos a los más grandes para el final... los niños y niñas de 5 años nos presentan su cuento. ¡Bravo! ¡Lo habéis hecho genial! Gracias a Leyre, Nel A, Jimena, Rubén, Paula, Eydan, Aroa, Candela y Nel D.


LAS AVENTURAS DE WARIO Y SONIC
En un país muy lejano vivía una familia de orangutanes a los que les gustaba mucho comer bananas y jugar a la pelota con cocos. Había un pequeñín que se llamaba Wario. Wario era un poco revoltoso, le tiraba de las orejas a los orangutanes grandes y se reía de ellos. 
Cerca había un río donde Wario y su gran familia se bañaban y jugaban cada día. Las travesuras de Wario molestaban a sus primos y hermanos. El papá orangután se enfadaba y castigaba a Wario solito entre las ramas. 
Wario, que era un orangután muy listo, se subía por las ramas de los árboles mientras nadie miraba y después saltaba de liana en liana hasta cerca del nuevo bosque al que nunca había entrado nadie. Wario, con más curiosidad que miedo, se adentró en el bosque aún sabiendo que ese lugar era prohibido y que su padre se enfadaría aún más si se enteraba. Pero lo que Wario encontró fue un bosque nuevo maravilloso, con cascadas, arcoíris y donde aún vivían hermosos unicornios y un montón de animalitos que él no conocía. 
Entonces Wario quiso ir a contárselo a su familia pero se acordó de las palabras de su papá y, como no quería que su papá lo castigara, no se lo dijo. A la mañana siguiente, se encontró con su amigo Sónic, un erizo muy gracioso que vivía cerquita suya, y le confesó su secreto. Le llevó al bosque y allí se pasaron la tarde jugando sin parar. Mientras jugaban y jugaban encontraron, detrás de una cascada, una cueva secreta. En ella descubrieron la magia de este maravilloso bosque: ¡era el Polvo Mágico de las hadas! Allí las hadas lo protegían porque sin él, el bosque se destruiría. Wario cogió el polvo mágico para enseñárselo a su familia y que así le creyeran.
Wario y Sónic salieron corriendo de la cueva y tropezaron con una enorme piedra, derramando el polvo mágico por la cascada. Y de repente la entrada al bosque mágico se cerró, dejándolos atrapados en él, y el arcoíris, que antes brillaba, se empezó a poner gris. Wario y Sónic estaban muy asustados cuando de repente apareció la princesa de las hadas montada en el rey de los unicornios y les dijo:
      - ¿Quiénes sois y qué habéis hecho?
Wario y Sónic contaron lo que les había pasado y la princesa les dijo:
      - Tranquilos, existe una forma de restablecer otra vez todo el orden.
La princesa les llevó a hablar con Vibel, una serpiente mitad víbora, mitad cascabel. Ella os dará las instrucciones para restablecer el orden del bosque –les dijo la princesa-.
Vibel les dijo que debían ir al río a saltar encima de las piedras en el siguiente orden: 1º piedra rectangular, 2º piedra triangular, 3º piedra redonda, 4º piedra cuadrada y 5º piedra ovalada. Cada una de ellas tiene inscrita una letra, si lo hacéis en orden y me decís la palabra que forman esas letras, conseguiréis abrir el bosque de nuevo -dijo Vibel-.
Así lo hicieron y la palabra que resultó fue CHILU. Wario y Sónic consiguieron restablecer el orden y regresar a casa, donde contaron su aventura y todos les escucharon asombrados.

Muchas gracias a todos, peques y familias, por participar de esta propuesta. Ha sido genial ver los resultados finales. ¡Pura magia!
Ahora a seguir disfrutando de los cuentos... ¡hoy y todos los días!

¡Esperamos vuestros dibujos! 
Besos y abrazos.

¡Ah! Una última cosa: no dejéis de visitar nuestra página de Facebook y encontraréis los tres cuentos contados por peques y profes, además de otras sorpresas de los compis de Primaria. ¡Divertíos!

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